31 de enero de 2021

Nueva York y su muro contra las inundaciones

 

Nueva York levantará un muro contra las inundaciones


La idea del gigantesco muro marino es tratar de evitar el avance de las aguas sobre la ciudad.




Preocupados por los intensos temporales y huracanes que en los últimos años se han desatado sobre la ciudad de Nueva York, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos ha presentado un inédito proyecto: la construcción de un muro en el mar para evitar que la Ciudad de Las Luces se inunde y corra riesgo de desaparecer por culpa del cambio climático.

Según informaron desde el mencionado organismo militar al diario Times, la gigantesco pared marina tendría una extensión de 10 kilómetros y estaría compuesto por un sistema de compuertas que, al cerrarse, serían capaces de frenar el avance de las aguas hacia la capital norteamericana

La infraestructura se construiría lejos del núcleo urbano, en la parte más exterior de la bahía de Nueva York, por lo que ésta sería invisible desde Manhattan y protegería a millones de personas, además de los importantes monumentos y avenidas de la ciudad.

Su construcción demandaría una inversión cercana a los 119.000 millones de dólares y 25 años de obras. O sea que recién podría entrar en funcionamiento a comienzos del año 2046.





Voces en contra

Pero, tal como era de esperar, apenas se dio a conocer el anuncio de su posible construcción, hubo numerosas voces en su contra,  ya que muchos expertos advirtieron que soluciones como este gigantesco muro marino en las aguas de Nueva York no solo no servirían de nada frente a las tormentas torrenciales sino que, por el contrario, el agua de la lluvia quedaría atrapada dentro de la ciudad, lo que pondría en serio peligro los planes de restauración ecológica que se están llevando a cabo en la ciudad de Nueva York y en sus alrededores.  

Además, destacaron que con el muro cerrando la ciudad al fondo, las alcantarillas no podrían expulsar las aguas residuales, lo que provocaría que los neoyorquinos queden atrapados entre sus propios residuos.


Por su parte, el Cuerpo de Ingenieros aseguró que, aunque la construcción del muro marino es  la opción que más aceptación tuvo en la opinión pública, existen otras cuatro propuestas que también podrían ayudar a proteger a la ciudad. Tres de ellas implican diferentes combinaciones de pequeños diques en las bocas de varias vías fluviales de la ciudad de Nueva York, mientras que la cuarta y última alternativa incluye solo medidas en tierra.

“Las barreras son un objeto brillante, pero son una solución única que nos aleja de donde necesitamos ir. El peligro de un gran muro es que si algo falla, todos estamos en peligro. Necesitamos soluciones en capas”, comentó Paul Gallay, titular de Riverkeeper, un grupo de defensa del río Hudson que desemboca en la ciudad, al Times.

Vía: Weekend


T y C

30 de enero de 2021

Daños por la tormenta en Córdoba capital y alrededores

Saldán y Mendiolaza: llovieron 90 milímetros en 15 minutos

Así lo aseguraron los intendentes Cayetano Canto y Daniel Salibi, respectivamente. En ambos lugares la situación es complicada.





En Mendiolaza hay alrededor de 15 viviendas con ingreso de agua, además de calles anegadas y árboles caídos. 

or otra parte, en la localidad de Saldán, hubo que evacuar a más de 60 personas. “La topografía del pueblo no ayuda”, dijo el intendente Cayetano Canto en este sentido.

“Hace unos días venimos de otra tormenta, no nos da tregua y es preocupante”, agregó a la vez que afirmó que “hoy fue más complicado” que la tormenta anterior.

En la zona, cayeron 90 milímetros en 15 minutos y 120 en una hora. “En los barrios Portón de Piedra y Manantiales, el agua tenía un metro de altura en la calle”.




Norte de Córdoba

La zona de Barranca Yaco registró una lluvia de 110 milímetros durante la madrugada según relató el intendente de Sinsacate, Carlos Ciprián. 

Puntualizó que el meteoro generó graves pérdidas de cultivos en la región.




T y C

https://www.cadena3.com

29 de enero de 2021

Chile se prepara para una futura crisis hídrica

 

Para el año 2060, Chile se vería ante una grave crisis hídrica.





Laguna del Maule en baja


Hace solo unos meses el fenómeno de La Niña hizo su llegada a Chile, definiendo para el verano de este 2021 un descenso de las lluvias y un verano cálido.




Un panorama que, sin duda, afecta el desarrollo productivo de muchas personas a lo largo del país, toda vez que la escasez de agua golpea duramente al sector agrícola, especialmente a los pequeños agricultores, quienes ven cómo sus plantaciones mueren con el exceso de calor y sin agua para regar.

Una situación que está motivando a diversos sectores del mundo privado a definir acciones que enfrenten este problema, y que, desde el sector público, instala la tarea de actualizar normativas y procesos, tomando en cuenta los nuevos factores que propicia el cambio climático.

Sequía

Bajo esta mirada es que surge el Balance Hídrico Nacional, documento requerido por la Dirección General de Aguas, dependiente del Ministerio de Obras Públicas, el cual le permite evaluar la disponibilidad hídrica a nivel nacional hasta el año 2060. Este documento fue realizado por el área de Hidrología del Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Chile, que durante cinco años analizó las 101 cuencas hidrográficas de todo el país.

Mauricio Lorca Miranda, jefe de la División de Estudios y Planificación de la Dirección General de Aguas (DGA) del Ministerio de Obras Públicas (MOP, indica: “Estimamos imprescindible realizar un nuevo Balance Hídrico Nacional, ya que contar con información actualizada es clave para poder planificar y gestionar adecuadamente los recursos hídricos en el corto, mediano y largo plazo. El anterior balance estaba vigente desde el año 1987, el cual no incorporaba escenarios de cambio climático”.

El trabajo ha sido realizado por el área de Hidrología del Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Chile, que durante cinco años analizó las 174 cuencas hidrográficas del país

“Los resultados del Balance Hídrico entregan datos concretos que demuestran y cuantifican la disminución de la disponibilidad hídrica en gran parte del país como consecuencia del cambio climático que ha provocado que la sequía sea estructural en Chile, una situación más permanente que transitoria”, agrega Lorca.

Lorca añade: “Para este Balance se estimó que era necesario no solo hacer una actualización de las variables que caracterizan el sistema hídrico, sino también usar todas las herramientas desarrolladas en los últimos 40 años (SIG, imágenes satelitales, súper computadores, re análisis atmosféricos, proyecciones de cambio climático, etc.)”.



La Zona Norte y Centro de Chile

Antes de iniciar el recorrido por zonas, es importante indicar que uno de los aspectos importantes de este proyecto es que ha permitido ocupar un modelo de simulación espacialmente distribuido, “que permite obtener resultados de caudales pasados y proyectar valores futuros que debieran ser considerados para efectos de los diseños de obras futuras”, indica Ximena Vargas, hidróloga y académica del Departamento de Ingeniería Civil de la FCFM, unidad que lideró el estudio.

“Hoy, por ejemplo, se están proyectando embalses pensando en que se acumule el recurso hídrico, pero no se debería analizar con los datos pasados, sino con las series futuras”, añade Vargas.

En las últimas tres décadas los caudales de las cuencas del Aconcagua, Maipo, Rapel, Mataquito y Maule han disminuido entre 13% y 37%

Vamos al informe. En comparación a un trabajo anterior, con cifras registradas para el período 1955-1985, los investigadores pudieron concluir que en las últimas tres décadas los caudales de las cuencas del Aconcagua, Maipo, Rapel, Mataquito y Maule han disminuido entre 13% y 37%, mientras que en casi todas las cuencas se registra una disminución en la precipitación promedio de un 29%.

“Si uno analiza lo que está pasando desde el año 1985 a 2015, se va sintiendo poco a poco el efecto que tiene la disminución de las precipitaciones, pero hay otros factores, como el cambio de uso del suelo, que no hemos analizado”, señala la hidróloga Ximena Vargas.

Las proyecciones futuras muestran también una fuerte reducción en la disponibilidad de agua en la zona, sobre todo en la cordillera de la Región del Maule, pues los modelos hidrológicos estiman que en algunas cuencas las disminuciones de caudal serían cercanas al 30%, aunque uno de los modelos más extremos indica que esta disminución alcanzaría hasta 50% para el período 2030-2060.

También se proyecta que las precipitaciones podrían aumentar en algunas zonas, particularmente en el norte y en la parte más austral de Chile, mientras que desde la Región Metropolitana al sur dominan las tendencias negativas con una caída en las precipitaciones que podría llegar hasta un 25%.

El futuro de la Zona Sur

El informe N°3 estudia desde el río Itata, en la Región del Ñuble, hasta el río Palena y cuencas del archipiélago de Las Guaitecas y de los Chonos, en la Región de Los Lagos. Acá se indica que gran parte de las cuencas de la zona sur del país, presentan una baja de caudal que oscila entre 3 y 32%, a excepción de los ríos Bío-Bío, Imperial y Queule, que habrían experimentado aumentos significativos.



Pero también, uno de los grandes cambios entre los períodos analizados se presenta en las precipitaciones, con una baja promedio de 10% para la zona y 37% para la cuenca más desfavorable. “Esta diferencia muestra que, en promedio, se tienen 866 mm menos de precipitación anual, respecto al estudio (DGA, 1987). Esta tendencia al secamiento es dramática en toda la zona de estudio, pudiendo alcanzar en algunas zonas disminuciones por sobre 1.000 mm al año”, indica el balance.

Agregando que “los sectores cordilleranos, tanto de la Costa como de los Andes, proyectan disminuciones de montos sustantivos, que varían entre los 200 y más de 700 mm anualmente. Los sectores del valle también presentan disminuciones, pero de menor magnitud”.

En resumen, duras proyecciones, pues indican disminuciones de hasta un 40% en la disponibilidad de agua para la macro zona sur, “siendo un tanto más alentadoras las proyecciones para la parte austral, donde la proyección más desfavorable es una disminución inferior al 8%. Esto producto de un incremento en la escorrentía producto del derretimiento glaciar en los campos de hielo que sirven como embalses naturales de agua dulce”, relata Miguel Lagos, hidrólogo del Departamento de Ingeniería Civil e investigador del Centro Avanzado de Tecnología para la Minería (AMTC) de la U. de Chile, y uno de los autores del informe.

Zona Austral y Rapa Nui 

Parte del cuarto informe del Balance Hídrico Nacional abarcó desde el Río Aysén, en la región del mismo nombre, hasta las cuencas de Tierra del Fuego e islas al sur del Canal Beagle. Una comparación entre el balance de 1985-2015 y otro realizado para el período 1955-1985, muestra disminuciones de un 20% a 60% en los caudales, lo que se condice con diferencias observables en la estimación de precipitaciones para ambos estudios.

En relación al balance de 1987, la Zona Austral evidencia importantes áreas con descenso de precipitaciones y algunas menores con incremento. En promedio, se registra una disminución de 1.200 mm anuales, lo que representa una baja del 40%.

Los escenarios futuros muestran una incidencia del cambio climático que podría disminuir los caudales hasta en un 5% promedio. En cuanto a precipitaciones, el modelo más severo proyecta disminuciones que podrían llegar a un 6% para todas las cuencas de la zona, lo que impactaría la escorrentía en magnitudes similares. Otros modelos estiman un aumento de las precipitaciones en torno al 3% en las cuencas de la Región de Magallanes.

El anterior balance estaba vigente desde el año 1987, el cual no incorporaba escenarios de cambio climático


Estas diferencias están asociadas a dos señales climáticas distintas sobre cambio de precipitación, una que proyecta disminuciones de 50 a 200 mm anuales hasta los 52° de latitud, y otra que proyecta aumentos de 50 a 100 mm al año desde los 52° de latitud al sur, zona que corresponde esencialmente a la pampa patagónica.

Dichas variaciones repercuten directamente en los montos de escorrentía, proyectándose disminuciones de ésta en las zonas donde habrá menos precipitación y aumentos, de menor magnitud, en zonas con aumento de precipitación. Esto último se explica por aumentos en los montos de evapotranspiración, asociados a alzas de temperatura.

Con respecto a la isla de Rapa Nui o de Pascua, el balance indica que las precipitaciones anuales promedio habrían aumentado en 180 mm, lo que representa un alza de 16% respecto al período 1955 a 1985.

En esta zona se estima que la escorrentía media anual disminuirá en promedio un 8%, mientras que la evapotranspiración media anual aumentará un 12%, producto de un aumento promedio de 1 °C hacia el período 2030-2060. La baja en la disponibilidad de agua en Rapa Nui estaría explicada directamente por este factor, ya que las variaciones en las precipitaciones son poco significativas bajo los cuatro modelos de análisis.


Medidas de acción de la DGA

La información entregada por este Balance Hídrico Nacional, viene a complementar la información para la toma de decisiones que la Dirección General de Aguas DGA, ha venido utilizando en el último tiempo, para definir sus acciones.

“Las acciones que se están desarrollando responden a una serie de medidas que permitan reducir al máximo los problemas que ocasiona la sequía, especialmente para las zonas rurales”, indica Mauricio Lorca, jefe de la División de Estudios y Planificación de la DGA.

Entre estas acciones se encuentran:

  1. Decretos de Escasez Hídrica: A la fecha, a nivel nacional hay 16 decretos de escasez hídrica vigentes en 79 comunas de las regiones de Atacama, Coquimbo, Valparaíso y Metropolitana, totalizando una población rural de 573.612 personas.
  2. Declaraciones de Zona de prohibición para la extracción de aguas subterráneas.
  3. Fiscalización: Ley Nº 21.064 de enero de 2018 modificó el Código de Aguas en temas de fiscalización y sanciones. Esta normativa aumentó las potestades fiscalizadoras y sancionatorias de la DGA.
  4. Modernización: digitalización del servicio para la tramitación de solicitudes de derechos de aprovechamiento de aguas subterráneas y superficiales, la inscripción de derechos en el Catastro Público de Aguas, oposiciones a una solicitud y recursos de reconsideración.
  5. Planes de Gestión Estratégica de las Cuencas: este plan busca conocer realmente la oferta y demanda, actual y proyectada, de agua en distintos escenarios de cambio climático, para implementar una cartera de acciones que asegure un abastecimiento sustentable en cantidad y calidad.
  6. Coordinación con Usuarios de Aguas para uso armónico, intervención de cauces y redistribución de aguas de acuerdo a los requerimientos.
  7. Monitoreo de Extracción Efectiva (MEE) de aguas superficiales y subterráneas.

Las cuencas priorizadas, que serán lanzados en las regiones cuando las condiciones sanitarias lo permitan, son Copiapó, Huasco, Elqui, Limarí, Choapa, Quilimarí, Petorca, Ligua, Aconcagua y Maule.

De forma complementaria al desarrollo de los planes estratégicos de gestión hídrica PEGH, la DGA enfatizará este 2021 la homologación de los resultados de los estudios que actualizaron el Balance Hídrico Nacional, de tal forma de poder determinar la oferta natural del agua en todo el territorio, con el mismo nivel de resolución y con la misma metodología.

“De esta forma se podrá dar insumos de información a cuencas que no poseen suficiente cantidad de información de la oferta natural del agua, al carecer de infraestructura de captura de datos hídricos o bien contar con una historia de datos insuficiente. Lo que se traduce en generar información grillada a escala de 5×5 km2 a nivel nacional, con metodología homologada y validada, respecto a la oferta natural de agua, como información base para la modelación hidrológica de los planes de cuenca”, indica el jefe de la División de Estudios y Planificación de la DGA.

“Es así que, en el marco de esta planificación de cuencas, se desarrollará e implementará a escala nacional, planes estratégicos de gestión hídrica, indicativos a nivel de cuenca para orientar la toma de decisiones de agua, con un portafolio de acciones para la seguridad hídrica, con foco en el mejoramiento de la información, instituciones, e infraestructura de agua”, finaliza Lorca.

Vía: elagoradiario


T y C.

27 de enero de 2021

Fósiles de hojas!


Fósiles de hojas muestran la extinción de plantas en el sur de Argentina




Los fósiles de hojas hallados en la Patagonia, en Argentina, sugieren que la vegetación de América del Sur sufrió grandes pérdidas pero se recuperó rápidamente.




El impacto del asteroide hace 66 millones de años que marcó el comienzo de una extinción masiva y puso fin a los dinosaurios también mató a muchas de las plantas de las que dependían para alimentarse.

"Cada evento de extinción masiva es como un botón de reinicio, y lo que sucede después de ese reinicio depende de qué organismos sobreviven y cómo dan forma a la biosfera", explica Elena Stiles, estudiante de doctorado en la Universidad de Washington que completó esta investigación como parte de su tesis de maestría en la Universidad de Pensilvania. "Toda la biodiversidad que observamos hoy está relacionada con los organismos que superaron el último gran ‘reinicio’ hace 66 millones de años", recuerda.

Stiles y sus colegas examinaron más de 3.500 fósiles de hojas recolectados en dos sitios en la Patagonia para identificar cuántas especies del período geológico conocido como Cretácico sobrevivieron al evento de extinción masiva en el período Paleógeno. Aunque a las familias de plantas de la región les fue bien, los científicos encontraron una sorprendente tasa de extinción a nivel de especie que pudo haber llegado hasta el 92 por ciento en la Patagonia, más alta de lo que los estudios previos habían estimado para la región.

"Existe la idea de que el hemisferio sur salió mejor de la extinción del Cretácico-Paleógeno que el hemisferio norte porque seguimos encontrando grupos de plantas y animales que nadie pensó que sobrevivieran", afirma Peter Wilf, profesor de geociencias en Pensilvania. "Afrontamos este estudio esperando que la Patagonia fuera un refugio, y en cambio encontramos una historia compleja de extinción y rebote", subraya.

Junto con científicos del Museo Paleontológico Egidio Feruglio (MEF) en Chubut, la Universidad Nacional del Comahue-INIBIOMA en Rio Negro, Argentina y la Universidad de Cornell, recolectaron fósiles durante años en lo que ahora es la provincia de Chubut. A diferencia de lo que sucede en América del Norte, el registro fósil de este período está fragmentado en todo el hemisferio sur.

Las reconstrucciones que el equipo obtuvo constituyen la colección más completa de floras fósiles del Cretácico tardío y del Paleógeno temprano en el hemisferio sur.

Los investigadores trataron de unir parejas de plantas que crecieron tanto en el período Cretácico como en el Paleógeno, y encontraron pocas coincidencias a nivel de especie. Luego compararon sus hallazgos con estudios previos de polen e insectos herbívoros y con registros fósiles de América del Norte. Su estudio, que es el primero de su tipo en el hemisferio sur, se ha publicado en la revista ‘Paleobiology’.




El equipo estima una extinción máxima del 92 por ciento. "Nos sorprendió encontrar niveles de extinción tan altos en comparación con la tasa de extinción del 60 por ciento observada en América del Norte. No obstante, encontramos una fuerte caída en la diversidad de familias de plantas y una extinción de alto nivel en cuanto a especies".

La recuperación del ecosistema probablemente duró millones de años, agregó Stiles, una pequeña fracción de los casi 4.500 millones de años de historia de la Tierra.

Los hallazgos de los investigadores, combinados con los de estudios anteriores, sugieren que a pesar de la alta extinción al final del Cretácico, las familias de plantas de América del Sur sobrevivieron en gran medida y se volvieron más diversas durante el Paleógeno. Entre los supervivientes se encuentra la familia de los laureles, que hoy incluye plantas como el laurel y los aguacates, y la familia de las rosas, que incluye frutas como frambuesas y fresas.

"Las plantas a menudo se pasan por alto en estos grandes eventos de la historia geológica", advierte Stiles. "Pero en realidad, debido a que son los principales productores de los paisajes terrestres y sostienen todas las demás formas de vida en la Tierra, deberíamos prestar más atención a su registro fósil. Puede decirnos cómo cambió el paisaje y cómo esos cambios afectaron a diferentes grupos de organismos", concluye.

Vía: dicyt


T y C.

Frente de tormenta en Córdoba

 Sucede ahora...

Avanza una fuerte tormenta en dirección noroeste en la zona de Mendiolaza Villa Allende Saldán y Villa Rivera Indarte!





T y C.

Nubes en las montañas trans-antárticas

 


Raro patrón de nubes sobre montañas Transantárticas


Las nubes tienen el sello de las nubes lenticulares que pueden formarse a lo largo de las crestas de las olas de las montañas. 




El 29 de diciembre de 2020, el Operational Land Imager (OLI) en Landsat 8 adquirió estas imágenes de nubes de bordes suaves que se ciernen sobre la Cordillera Eisenhower de las Montañas Transantárticas de la Antártida.

La cordillera está delimitada al norte por el glaciar Priestley y al sur por el glaciar Reeves, los cuales alimentan la plataforma de hielo Nansen en la bahía Terra Nova.

Las nubes tienen el sello de las nubes lenticulares que pueden formarse a lo largo de las crestas de las olas de las montañas. Las ondas de montaña se forman cuando el viento en rápido movimiento es perturbado por una barrera topográfica, en este caso, la Cordillera de Eisenhower. El aire se ve obligado a fluir hacia arriba y sobre las montañas, provocando ondas de aire ascendentes y descendentes a favor del viento de la cordillera. El aire ascendente se enfría y el vapor de agua se condensa en nubes. Por el contrario, el aire que cae conduce a la evaporación.


Nubes lenticulares

Agregando a su mística, este tipo de nubes parece quedarse quietas, a veces durante horas, desafiando los fuertes vientos horizontales. En realidad, las nubes se forman constantemente alrededor de la cresta de la onda y luego se disipan un poco más allá.

En los Estados Unidos, las nubes lenticulares son particularmente comunes alrededor de las Montañas Rocosas. También se sabe que ocurren sobre las montañas antárticas, pero no hay muchos testigos además de los satélites. El color blanco sobre blanco de las nubes sobre el hielo hace que las versiones antárticas sean más difíciles de discernir, incluso en imágenes de satélite. Esta imagen de color natural se ha mejorado con luz infrarroja para separar las nubes blancas de la nieve blanca y el hielo que se encuentra debajo. Las nubes también arrojaban sombras redondeadas sobre el paisaje.

Aún así, algunas personas han sido testigos de las nubes lenticulares en la Antártida de primera mano. Los científicos que trabajan con la Operación Icebridge de la NASA tomaron fotos del fenómeno cerca del Monte Discovery en 2013 y sobre Penny Ice Cap en 2015.

Imágenes NASA Earth Observatory por Joshua Stevens , utilizando datos de Landsat del Servicio Geológico de EE . UU . Historia de Kathryn Hansen con interpretación de imágenes de Bastiaan Van Diedenhoven (NASA GISS / Columbia) y Jan Lenaerts (CU Boulder).

NASA Earth Observatory

Vía: Tiempo (Revista RAM)

25 de enero de 2021

Deforestación en el Chaco

 Ecología...

El Gran Chaco, uno de los principales frentes de deforestación


El reporte “Frentes de deforestación: impulsores y respuestas en un mundo cambiante”, publicado por la Organización Mundial de Conservación (WWF por sus siglas en inglés), analiza 24 lugares que tienen una concentración significativa de puntos críticos de deforestación y donde grandes áreas de bosque remanente están amenazadas.




 En los últimos 13 años, más de 43 millones de hectáreas de bosque han sido devastadas solo en esas zonas, un área equivalente a las provincias de Buenos Aires y Santa Fe.

Nueve de los 24 frentes se encuentran en América Latina, región que ha experimentado una disminución del 94% en las poblaciones de vida silvestre monitoreadas por el Índice Planeta Vivo 2020. Esta alarmante disminución en biodiversidad es atribuida, en gran parte, a la pérdida y degradación del hábitat causada por el cambio de uso de suelo para actividades agropecuarias no sostenibles.

El reporte identifica las principales causas de la deforestación y las posibles soluciones, y destaca que las tasas más altas de deforestación se están produciendo en la Amazonía brasileña y boliviana, en el Gran Chaco Americano (Argentina y Paraguay), en el Cerrado brasileño, en Madagascar y Sumatra y Borneo, en Indonesia y Malasia.

Sobre la Amazonía brasileña, el documento advierte que este bosque tropical de 395 millones de hectáreas está por alcanzar un punto sin retorno, en el que perderá su balance y sufrirá una disminución de lluvias y estaciones secas prolongadas. En cuanto al Gran Chaco, que se extiende por Argentina, Bolivia, y Paraguay, indica que tiene uno de los niveles más altos de deforestación en el mundo, impulsado principalmente por la producción de soja y la ganadería a gran escala. Otra zona afectada es el bosque Maya, uno de los bosques tropicales más grandes de América y que abarca Belice, Guatemala y México.

“Desde Fundación Vida Silvestre Argentina -organización asociada a WWF – trabajamos fuertemente en la conservación del Gran Chaco, ya que se trata de una región prioritaria por concentrar la mayor superficie de los bosques nativos de nuestro país. Esta región es el hábitat de una amplia diversidad de especies y de pueblos originarios y comunidades rurales que vienen en y de los bienes y servicios que la naturaleza allí provee. El Gran Chaco, además, provee numerosos servicios ecosistémicos indispensables para la vida de muchos de los que vivimos lejos de él”, afirma Manuel Jaramillo, Director General de Fundación Vida Silvestre Argentina.

El reporte identifica 12 impulsores de deforestación, entre los que la agricultura comercial se ubica como una de las mayores causas de la pérdida de bosques alrededor del mundo, ya que necesita despejar áreas boscosas con el fin de crear espacio para el ganado y los cultivos. En América Latina, la ganadería, la agricultura a gran escala, la agricultura de subsistencia, la minería, la infraestructura de transporte y los incendios se resaltan como los mayores impulsores de pérdida de bosque.

El informe explica que los bosques degradados y fragmentados son más propensos a los incendios, que a su vez afectan de manera directa al clima. Se estima que los incendios en la Amazonía durante el 2019 causaron 1,1% de las emisiones globales de carbono, y 80% de las emisiones de Brasil. Nuestro país no escapa de esta realidad, en el 2020 se quemaron más de 1 millón de hectáreas (incluyendo bosques) en todo el territorio argentino. Es así como el reporte enfatiza la conexión entre la deforestación y el cambio climático.

“La reducción de la deforestación también debe ser parte de la solución al problema del cambio climático”, afirmó Pablo Pacheco, científico principal de la práctica de bosques de WWF y coautor del informe. “La agricultura, la silvicultura y el uso de la tierra representan una cuarta parte de todas las emisiones globales de gases de efecto invernadero, por lo que, al abordar la pérdida de bosques, podemos reducir nuestras emisiones. No hay alternativa si queremos lograr nuestros objetivos climáticos globales”.

Por su parte, Manuel Jaramillo afirma: “las consecuencias de la deforestación se traducen en la pérdida de servicios ecosistémicos, el empobrecimiento de comunidades locales y ponen en peligro la resiliencia de los sistemas agropecuarios, siendo más vulnerables a los efectos del cambio climático. Es por eso, que un adecuado manejo de estas actividades y una correcta protección de estos ecosistemas, podría disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, dar sustento a la vida de las comunidades locales, fomentar la seguridad alimentaria y promover un desarrollo económico sostenible. Todo ello en sintonía con el reciente compromiso del presidente Alberto Fernández de trabajar por un país carbono neutral para el 2050”.

Además, Fran Raymond Price, líder global de la práctica de bosques de WWF señala: “necesitamos cambiar nuestra relación con la naturaleza. Debemos reducir el consumo excesivo y dar más valor a la salud y la naturaleza en lugar del actual énfasis en el crecimiento económico y las ganancias financieras a toda costa. El riesgo de que surjan nuevas enfermedades es mayor en las regiones de bosques tropicales que están experimentando cambios en el uso de la tierra”.

Soluciones para frenar la deforestación

El informe analiza las soluciones y respuestas a la deforestación y concluye que estas deben ser integrales, inclusivas y adaptadas al contexto local y regional. Enfatiza que no hay un enfoque único ni un criterio universal, y deja claro que las respuestas más efectivas son aquellas que combinan múltiples soluciones.

Los enfoques para detener la deforestación han evolucionado con el tiempo. En particular, ha habido un cambio de la dependencia únicamente en políticas y regulaciones estatales que promueven la sostenibilidad ambiental en el largo plazo, a un mayor énfasis en las iniciativas basadas en el mercado, incluido el Pago por Servicios Ecosistémicos (PSE) y los esquemas de certificación, que aseguran crecimiento económico en el corto plazo. Los compromisos corporativos de deforestación cero también han ido en aumento, entre ellos los de las instituciones financieras. Sin embargo “necesitamos que los compromisos de alto nivel político y empresariales, establezcan y cumplan metas ambiciosas y superadoras, que involucren a todos los sectores de la sociedad para detener la actual pérdida y degradación de nuestros ecosistemas” detalla Jaramillo.

Entre las soluciones, también se menciona el reconocimiento de los derechos de tenencia de los territorios de pueblos originarios y comunidades locales como una respuesta efectiva que promueve la protección de bosques bajo prácticas de manejo y control local.

Además, el reporte hace un llamado a los ciudadanos alrededor del mundo a tomar acción para frenar la pérdida de bosque evitando el consumo de productos asociados a la deforestación, como ciertas carnes, soja y aceite de palma, revisando etiquetas y buscando productos certificados para determinar su procedencia. También propone acciones urgentes por parte de gobiernos, empresas y reguladores, que deben aplicarse de forma combinada. Estas incluyen:

  • Asegurar los derechos de tenencia de tierras de los pueblos originarios y las comunidades locales.
  • Asegurar la conservación de áreas ricas en biodiversidad.
  • Garantizar que los productos procedentes de los bosques se produzcan y comercialicen de forma legal y sostenible.
  • Reorganizar las cadenas de suministro de las empresas para lograr la sostenibilidad y alentar a más empresas e instituciones financieras a comprometerse con la deforestación cero.
  • Promover el involucramiento entre países consumidores y países productores al momento de diseñar soluciones viables a largo plazo.
  • Crear políticas y legislación que aseguren que todos los bienes y productos forestales importados – y las finanzas relacionadas – estén libres de deforestación y conversión de ecosistemas, y respeten los derechos humanos.

Atentar contra los Bosques Nativos se traduce en graves consecuencias sociales, ambientales y económicas, que atentan contra nuestra salud y nuestro bienestar. Los bosques sanos funcionan como “amortiguadores” de agentes patógenos -como virus y bacterias- que pueden afectar al ser humano. “La pandemia por COVID-19 dejó en evidencia la necesidad de reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza.

De plantear nuestros sistemas alimentarios y productivos apuntando a la generación de alimentos libres de deforestación y conversión, con el objetivo de diagramar un futuro saludable y sostenible en el que se pueda compatibilizar la producción con la conservación de nuestros ambientes naturales”, concluye Manuel Jaramillo.

Vía: Noticiasambientales


T y C.

Amenaza en la Amazonia

 Ecología

La muerte de Los árboles de la Amazonia

24 de enero de 2021

Madrid - España

 

 Madrid 

Es un municipio y ciudad de España. La localidad, con categoría histórica de villa, es la capital del Estado y de la Comunidad de Madrid.

Linea de rascacielos 

 Dentro del término municipal de Madrid, el más poblado de España, viven 3 223 334 personas empadronadas, según el INE de 2018. El área metropolitana de Madrid tiene una población de 6 507 184 habitantes,​ por lo que es la tercera o cuarta área metropolitana de la Unión Europea, según la fuente, por detrás de las de París y Londres.





Origen 

Los orígenes de la ciudad son objeto de revisión tras los recientes hallazgos, en su perímetro más antiguo, de enterramientos visigodos así como de restos que se remontan a los carpetanos o periodo prerromano.

Las excavaciones arqueológicas en el término municipal también arrojan restos romanos en diferentes distritos de la ciudad moderna, atribuyéndose al Madrid romano, y sobre la base de los restos encontrados durante las obras de soterramiento de la autopista M-30, una localización a orillas del río Manzanares en el área de influencia del puente de Segovia, en el entorno hoy ocupado por el parque de Atenas, la parte baja de la calle de Segovia y el paseo de la Virgen del Puerto.


Arquitectura 

La mayor parte de los lugares turísticos de Madrid se encuentran en el interior de la llamada almendra central (la zona circundada por la M-30), principalmente en los distritos Centro, Salamanca, Chamberí, Retiro y Arganzuela.

La escuela de español en Madrid 

 El centro neurálgico de Madrid es la Puerta del Sol. En ella, frente a la Real Casa de Correos, está el kilómetro 0, punto de partida de la numeración de todas las carreteras radiales del país. La razón es que cuando se hizo dicha numeración, en el siglo xix, la Real Casa de Correos era la sede del Ministerio de la Gobernación, equivalente al actual Ministerio del Interior, que era el que tenía las competencias en la materia. De esta plaza nacen diez calles.



La calle de Alcalá conduce desde la Puerta del Sol hacia el noreste de la ciudad. Desde ella se llega a la plaza de Cibeles, en la que se encuentran lugares emblemáticos como la fuente de Cibeles, el Banco de España o el Palacio de Comunicaciones (Antonio Palacios, 1918), actual sede del Ayuntamiento de Madrid.

La plaza del Callao y la gran Vía


 Posteriormente la calle alcanza la plaza de la Independencia, en la que se encuentran la puerta de Alcalá y una entrada al parque del Retiro, en el que se encuentran lugares emblemáticos como el palacio de Cristal, junto al estanque (1887, Ricardo Velázquez Bosco). En las inmediaciones con la M-30 se cruzará con la plaza de Toros de Las Ventas, de José Espeliús, ejemplo muy tardío del estilo neomudéjar (1929). Desde principios de 2011, se traslada por parte de la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid el kilómetro 0, punto de partida de la numeración de todas las carreteras del país.



Clima 


De acuerdo con la clasificación climática de Köppen, el clima de Madrid en el periodo 1981-2010 se puede considerar de transición entre el clima semiárido frío (BSk) y el clima mediterráneo (Csa), tendiendo más al primero.​ Otras fuentes describen el clima de Madrid como mediterráneo continentalizado, diferenciándolo del clima mediterráneo típico (que se da en zonas cercanas a la costa), por tener una mayor amplitud térmica anual y menor cantidad de precipitaciones debido a su altitud y lejanía del mar. El clima de Madrid está muy influido por las condiciones urbanas (véase: isla de calor). La temperatura media (periodo de referencia: 1981-2010) se sitúa alrededor de los 14,5 y 15 °C.

Tormenta sobre las cuatro torres de Madrid


Los inviernos son moderadamente fríos, con temperaturas medias en el mes más frío (enero) de alrededor de los 3-6 °C. Las heladas son frecuentes en invierno y las nevadas ocasionales (entre uno y cinco días de nieve al año). En este mes la media de temperaturas máximas se sitúan en torno a 9 °C y la de mínimas alrededor de 0-2 °C.

Los veranos son muy calurosos. Los meses más cálidos son julio y agosto, aunque julio es ligeramente más cálido. En este mes, las medias superan los 25 °C, con temperaturas máximas medias de entre 32 y 33,5 °C y temperaturas mínimas medias de alrededor de los 17 a 19 °C. En algunos momentos del día se pueden alcanzar los 40 °C durante el verano.


 La amplitud térmica diaria es importante en la periferia urbana (llegando a superar los 13 °C), pero se ve reducida en el centro de la ciudad por el efecto antrópico (bajando incluso de los 10 °C). La amplitud térmica anual es alta (entre 19 y 20 °C, cifra propia de la Meseta Sur) como consecuencia de la gran distancia al mar y la altitud (en torno a los 650 metros). 
Madrid disfruta de unas 2800 horas de sol anuales, que la convierten en una de las ciudades con más horas de sol de la península. 







Fuente:wikipedia
Fotos:Pixbay

23 de enero de 2021

Nieve en el desierto?


Nevadas Extrañas


La foto superior es de una nevada extraordinaria que cayó en España en el año 1932, lo singular es que cayó en pleno verano

El pueblo que se ve en la foto es Brochales, Teruel, un día de inolvidable de Julio de 1932. Aquel año, en pleno verano, una nevada inesperada cubrió los montes Universales, el Maestrazgo, la serranía de Cuenca y  Gredos. En la sierra turolense de Albarracín cuajó generosamente por encima de los 1.400-1.500 metros.

EN EL SAHARA




A pesar de que el Sahara es el desierto más caluroso del mundo, con temperaturas cercanas a los 60ºC, también nieva.  Pero, solo un dato: en los últimos 40 años solo ha nevado 3 veces en la zona. Así que cuando lo hace, sorprende y nos deja imágenes tan bonitas como estas.


LA NIEVE ROJA

Durante mucho tiempo se pensó que la pigmentación de la nieve roja podía ser debida a hongos o a depósitos de hierro, pero la culpable es un alga microscópica llamada Chlamydomona nivalis.




 Durante los meses más fríos permanece inactiva, oculta en el fondo de los glaciares. Pero cuando mejora la temperatura, el alga desprende unas células con flagelos que se trasladan hasta la superficie del bloque de hielo .



T y C.




22 de enero de 2021

Porque se derriten los témpanos en la Antártida?

Fenómeno de fusión de los témpanos en la Antártida






Fusión de los gigantes de Hielo

La fusión de estos gigantes de hielo es la clave para activar una serie de mecanismos que hacen que la Tierra sufra períodos prolongados de enfriamiento global.

Así lo afirma Francisco J. Jiménez-Espejo, investigador del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (CSIC-UGR), cuyos descubrimientos se publican en la prestigiosa revista Nature.

Se conoce, desde hace mucho tiempo, que los cambios en la órbita de la Tierra en su movimiento alrededor del Sol provocan el comienzo o el final de los períodos glaciares por que afectan a la radiación solar que llega a la superficie del planeta.

Sin embargo, hasta ahora ha sido un misterio como pequeñas variaciones en la energía solar que nos llega pueden dan lugar a dramáticos cambios en el clima planetario.

Icebergs

En este estudio, un grupo multinacional de investigadores propone que cuando la órbita de la Tierra es la correcta, los icebergs de la Antártida comienzan a derretirse cada vez más lejos del continente helado, moviendo enormes volúmenes de agua dulce desde el Océano Antártico hasta el Atlántico.

Este proceso provoca que el Océano Antártico se vaya haciendo cada vez más salado al contrario que el océano Atlántico, afectando a la circulación oceánica global, secuestrando CO2 de la atmósfera y reduciendo el llamado “efecto invernadero”. Estos son los primeros pasos del comienzo de un período glacial en el planeta.

Dentro de este estudio, los científicos han usado varias técnicas para reconstruir las condiciones oceánicas en el pasado, entre ellas las que permiten identificar los pequeños fragmentos rocosos que los icebergs de la Antártida arrojan al océano cuando se derriten.

Estos fragmentos se obtuvieron de testigos marinos recuperados por el International Ocean Discovery Program (IODP) durante la Expedición 361 en los márgenes marinos de Sudáfrica. Dichos testigos han permitido reconstruir la historia de los icebergs que llegaron a estas latitudes en el último millón y medio de años, siendo este uno de los registros más continuos que se conocen.



Desprendimiento de un Iceberg de cientos de Kilometros

Simulaciones climáticas

El estudio describe cómo la aparición de estos fragmentos rocosos se asocia, de forma consistente, con variaciones en la circulación marina profunda que ha podido ser reconstruida a partir de variaciones químicas en fósiles marinos llamados foraminíferos.

El equipo de investigadores también ha usado nuevas simulaciones climáticas para comprobar las hipótesis propuestas encontrando que enormes volúmenes de agua dulce son transportados por los icebergs hacia el norte.

El primer autor del artículo, el estudiante de doctorado Aidan Starr, de la Universidad de Cardiff (Reino Unido), indica que están “sorprendidos por haber encontrado que esta teleconexión está presente en cada una de las distintas edades glaciares de los últimos 1,6 millones de años. Esto señala que el Océano Antártico tiene un papel principal en el clima global, algo que se intuía anteriormente, pero que acabamos de demostrar de forma clara”.

El investigador del IACT Francisco J. Jiménez Espejo participó como especialista en geoquímica inorgánica y en propiedades físicas durante la campaña marina IODP 361 a bordo del buque de investigación JOIDES Resolution. Durante dos meses, entre enero y marzo de 2016, navegaron entre la Isla Mauricio y Ciudad del Cabo en Sudáfrica recogiendo testigos marinos profundos.



Continente Antártico

Identificar las variaciones geoquímicas

Su contribución principal al estudio se ha centrado en identificar las variaciones geoquímicas asociadas a las épocas glaciares e interglaciares, lo que ha permitido estimar de forma más precisa la edad del sedimento y su sensibilidad a los distintos cambios ambientales asociados a dichos períodos.

Durante los últimos 3 millones de años, la Tierra comenzó a experimentar periódicos enfriamientos glaciares. Durante el más reciente, hace unos 20.000 años, los icebergs llegaban de forma continua a las costas atlánticas de la península ibérica desde el Ártico. Actualmente la Tierra se encuentra en un período cálido interglaciar denominado Holoceno.

Sin embargo, el aumento progresivo de la temperatura global asociado a las emisiones de CO2 de las actividades industriales podría afectar al ritmo natural de los ciclos glaciares.

El Océano Antártico podría volverse demasiado cálido para permitir que los icebergs antárticos puedan transportar aguas dulces hacia el norte y, por lo tanto, no tendría lugar un paso fundamental en el comienzo de las épocas glaciares, las variaciones de la circulación thermohalina planetaria.

Ian Hall (Universidad de Cardiff), que co-dirigió la expedición científica, indica que los resultados presentados pueden ser de utilidad para conocer como puede ser respuesta del clima a las perturbaciones antrópicas.

En esa misma línea, Francisco J. Jiménez señala lo siguiente “el año pasado, durante una campaña a bordo del buque de investigación de la Armada española “Hespérides”, pudimos ver el inmenso iceberg A-68 que acaba de romperse en varios trozos junto a las islas Georgias del Sur. El calentamiento oceánico puede hacer que las trayectorias y la forma en la que se derriten estos grandes icebergs cambien en el futuro, afectando a las corrientes y, por tanto, al clima y a la validez de los modelos que se usan para predecirlo”.

Fuente: CSIC, DICYT,


T y C.

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