Mendoza y el cielo andino: Clima de contrastes en la capital del vino y el sol
Entre la cordillera y el desierto: características de una ciudad única
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Tormenta Eléctrica en proximidad de la ciudad de Mendoza |
La ciudad de Mendoza, capital de la provincia homónima, se ubica en el oeste argentino, al pie de la majestuosa Cordillera de los Andes. Es una de las ciudades más importantes del país, con una población que supera los 1,2 millones de habitantes en su área metropolitana. Reconocida mundialmente por su producción vitivinícola, su cercanía al Aconcagua y su prolijo diseño urbano con acequias y arbolado, Mendoza es sinónimo de belleza natural, cultura y desarrollo.
El clima en Mendoza es árido continental, con baja humedad, cielos mayormente despejados y gran amplitud térmica diaria y estacional. La ciudad recibe un promedio anual de solo 200 a 300 mm de precipitación, lo que la convierte en una de las capitales provinciales más secas del país. No obstante, también es escenario de tormentas intensas en verano, en particular por granizo, lo que representa una amenaza constante para los viñedos y cultivos.
Cuatro estaciones bien marcadas: así cambia el clima mendocino durante el año
Verano (diciembre a marzo):
Es una estación calurosa, con temperaturas máximas frecuentes por encima de los 33 °C, aunque las noches suelen ser frescas gracias a la escasa humedad y la cercanía de la cordillera. Las precipitaciones se concentran en esta época, principalmente en forma de tormentas cortas pero intensas. Algunas de ellas traen granizo, un fenómeno temido por agricultores y bodegas de la región.
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Tormenta de verano en proximidad de la ciudad de Mendoza |
Otoño (marzo a junio):
Una de las estaciones más agradables. Las temperaturas bajan progresivamente y los días suelen ser soleados. Es la época de la vendimia, una de las festividades más importantes de Mendoza. Las lluvias son muy escasas y el aire se vuelve más seco. Las temperaturas oscilan entre los 10 °C y 25 °C.
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El parque San Martín en la ciudad de Mendoza en Otoño |
Invierno (junio a septiembre):
Los inviernos son fríos y secos, con mínimas que frecuentemente descienden por debajo de los 0 °C. Aunque raramente nieva en la ciudad, sí se producen heladas frecuentes. La cordillera acumula grandes cantidades de nieve, y los vientos “zonda” o “surazos” pueden provocar fenómenos atmosféricos bruscos. El cielo suele estar despejado y las lluvias son mínimas.
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El Parque Histórico General San Martín es el parque más antiguo de la Provincia de Mendoza. |
Primavera (septiembre a diciembre):
Durante la primavera se incrementa la temperatura y comienza el riesgo de tormentas convectivas. Es una estación ventosa, especialmente por la presencia del viento Zonda, un viento cálido y seco que desciende de la montaña, puede elevar bruscamente la temperatura, generar problemas respiratorios, cortes de luz y hasta incendios. Las temperaturas diurnas superan los 25 °C y se mantiene la baja humedad.
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Clima Primaveral y vista general de la ciudad de Mendoza |
Tormentas históricas y eventos climáticos extremos en Mendoza
Aunque Mendoza no es una ciudad particularmente lluviosa, ha sido afectada por eventos meteorológicos extremos que han dejado huella:
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Tormenta de granizo del 5 de febrero de 1997:
Una de las más destructivas que se recuerden. Afectó especialmente al Gran Mendoza y zonas rurales cercanas. El granizo del tamaño de pelotas de golf provocó enormes pérdidas en los viñedos y frutales. Decenas de autos, techos, invernaderos y ventanas fueron destrozados. -
Granizada del 24 de enero de 2013:
Una violenta tormenta se desató por la tarde y arrojó granizo durante más de 20 minutos. Algunos barrios del oeste y el centro de Mendoza sufrieron daños importantes. Se reportaron 7.000 hectáreas afectadas en zonas productivas y cientos de viviendas con techos perforados. -
Viento Zonda del 21 de agosto de 2019:
Aunque no fue una tormenta de agua, este evento marcó un récord por la intensidad del viento: ráfagas de más de 100 km/h afectaron a casi toda la provincia. Árboles y postes caídos, cortes de electricidad y suspensión de clases fueron parte de las consecuencias. La temperatura superó los 34 °C en pleno invierno.
Estos eventos muestran que, pese a la imagen de clima seco y predecible, Mendoza puede ser sacudida ocasionalmente por fenómenos extremos, especialmente en primavera y verano.
Conclusión
Mendoza es una ciudad donde el sol domina el cielo durante la mayor parte del año, pero también donde la naturaleza recuerda, de tanto en tanto, su fuerza. Su clima seco, su amplitud térmica y sus fenómenos como el viento Zonda o el granizo la hacen única en el país. Comprender su comportamiento climático no solo es útil para los visitantes, sino vital para quienes viven de su agricultura, su enoturismo y su conexión con la cordillera.
Ver en este blog:
Córdoba, la Docta bajo el cielo cambiante: Estaciones y tormentas en la ciudad mediterránea
Rosario y su pulso climático: estaciones marcadas y tormentas memorables en la ciudad del Paraná
T y C.