8 de mayo de 2015

La Estación Solar de Montezuma

La historia del antiguo observatorio abandonado en el norte de Chile.


Restos de la antigua estación



Muy lejos, en el borde del desierto de nitrato de Chile a 9.000 pies de altura (2.743 metros), donde la lluvia es casi desconocida y se puede montar por millas sin una cosa viva, animal, ave, reptil, insecto o incluso vegetación, está ubicado un solitario puesto de avanzada del Observatorio Astrofísico Smithsonian (SAO)”.
Instrumentos utilizados para los registros

 Así describen los archivos del Instituto Smithsonian -a cargo de una serie de museos y centros de investigación en EE.UU.- el lugar donde estuvo instalado uno de sus observatorios durante la primera mitad del siglo XX: la Estación Solar Montezuma, en el cerro del mismo nombre, cerca de Calama.
El observatorio, que funcionó entre agosto de 1920 y julio de 1955, se dedicó a estudiar las variaciones de la radiación solar y su relación con el tiempo atmosférico. Su hipótesis era que la radiación producía los cambios en el clima. No pudieron probarla.
La estación a pleno en 1947

Roberto Rondanelli, climatólogo del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2), y su equipo de la U. de Chile, llegaron a las ruinas del antiguo observatorio el año pasado, mientras realizaban una investigación sobre radiación solar.
Sabían de la existencia del lugar y que algunos astrónomos lo habían buscado sin suerte. “Llegamos por curiosidad, eso es lo que nos mueve. No sólo la curiosidad científica, sino por lo que hicieron otros antes, confirmar que el lugar existe, porque permitiría tener posibilidad de instalar instrumentos ahí y comparar mediciones actuales con antiguas”, dice el investigador.
Las observaciones realizadas entre 1920 y 1926 en la estación  permitieron desarrollar nuevos métodos para los registros de la actividad solar, dice un antiguo trabajo de Charles Abbot, astrónomo del Smithsonian y uno de los impulsores del observatorio.
Nota completa en:

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Fenómeno natural extraordinario

Duendes, elfos y chorros azules No estamos hablando de seres mitológicos que bien podrían haberse escapado de una obra de Tolkien.  ¿Cuáles ...