Microexplosiones: El Poder Invisible de las Corrientes Descendentes en Tormentas
Las tormentas esconden fenómenos de enorme poder que no siempre son visibles a simple vista. Uno de los más peligrosos y poco conocidos es el microburst o microexplosión, un evento atmosférico que consiste en una corriente de aire extremadamente fuerte que desciende de una nube y se expande violentamente al llegar al suelo.
¿Cómo se forma un microburst?
Durante una tormenta, las nubes acumulan grandes cantidades de aire frío y húmedo en su interior. En ciertos casos, este aire pesado se desploma de manera súbita hacia la superficie. Cuando impacta contra el suelo, se dispersa en todas direcciones con una fuerza capaz de causar daños comparables a un tornado.
Aunque su radio de acción suele ser reducido —generalmente menos de 4 km—, la intensidad de los vientos puede superar los 160 km/h, lo que lo convierte en un fenómeno devastador.
Tipos de microbursts
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Húmedos: acompañados de lluvias torrenciales, que aumentan la violencia de la corriente descendente.
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Secos: ocurren en zonas áridas, donde el aire descendente se evapora antes de tocar tierra, dejando solo la fuerza del viento como evidencia.
Un peligro para la aviación
Los microbursts son especialmente peligrosos para los aviones en fase de despegue o aterrizaje. El cambio brusco en la dirección y velocidad del viento puede hacer perder sustentación a las aeronaves. De hecho, varios accidentes aéreos en las décadas de 1970 y 1980 llevaron a la comunidad científica a estudiar en detalle este fenómeno, lo que permitió mejorar los sistemas de detección y seguridad en aeropuertos.
El poder oculto de la atmósfera
Aunque no tan mediáticos como los tornados o huracanes, los microbursts recuerdan que incluso los fenómenos locales y breves pueden liberar una energía enorme. Son un claro ejemplo de cómo la naturaleza puede sorprendernos con su fuerza repentina y silenciosa.
V.C.